Ricardo Castro, argentino que vive en México, es
escritor y narrador. En su artículo Habitar el silencio, reflexiona y nos hace reflexionar sobre la importancia de la
lectura en voz alta, de su llegada o no a un auditorio, de la manera cómo uno
debe prepararse para creer en el texto, para hacerlo creíble, sentirlo en la
voz , en el cuerpo, para hacerlo a su vez sentir. Algunos fragmentos transcriptos
dan cuenta de lo que enunciamos:
“El texto escrito es un recipiente. Eso que no es
el libro es la lectura. Leer es caer al vacío, ingresar en ese espacio por
propia voluntad y en ese acto otorgarle al libro su esencia, su razón de
existir: ser leído, ser un sitio habitable.
Leer en voz alta es hacer que nuestro interior
resuene. Es poner en juego los propios sentimientos y ponerse en sintonía
emotiva con el texto y con los demás participantes de la lectura.
La lectura es un acto de
voluntad, hay que abandonarse a la ficción y estar dispuesto a creer en lo
desconocido, en lo imposible y en lo que es posible…"
[…] "si uno en verdad quiere que su lectura en voz
alta adquiera cuerpo y calidad narrativa y que se vuelva interesante para sí
mismo y para quienes lo escuchan[…] tendrá que ensayar, sí… ensayar.”
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