Otra vez en nuestro blog la Literatura;
otra vez Marcela Carranza para hablar de ella o, con mayor justeza, de la palabra
poética propia de la Literatura.
La autora enfatiza sobre algunos
conceptos con los que nos aproximamos siempre al hablar de la palabra poética:
no enseña-no es su principio o finalidad explícita-, permite el juego de las
palabras y con ellas: “Los niños nunca le pedirían a la poesía otra ‘utilidad’
más allá de su existencia, porque para ellos el juego es lo más interesante del
mundo”, dice la educadora Ma. Emilia López.
La Literatura no intenta responder
interrogantes, tal vez sí incrementarlos, provoca más incertidumbre que certezas; no es
necesario entender cabalmente qué dice, sí sentir hondamente cómo dice desde las
sensaciones, desde la sonoridad, desde el ritmo…
Les transcribimos algunos fragmentos para
entrar de a poco su ponencia La poesía y
la resurrección del mundo-que está completa en el link-:
“El discurso[…] es el lugar donde no vemos ni oímos a las palabras, el lugar donde usamos las palabras sin verlas ni oírlas,
sin atender a lo que tienen de visible o de audible, ignorando su forma o su
musicalidad, desatendiendo al modo como están desplegadas en el espacio y el
modo como vibran rimando y ritmando en el tiempo. Porque en la comunicación, en
el uso normal de la lengua, ni
vemos ni oímos ni saboreamos ni sentimos ni tocamos las palabras sino que sólo las usamos como un medio o como un instrumento[…]
La palabra poética es todo lo contrario”.
[…] es sentir las palabras, “sentirlas: sentirlas en lo que tienen de
perverso, en su poder para trastocar la normalidad propia de lo discursivo, y
sentirlas también en lo que tienen de inaprensible, de incomprensible, de
ilegible, de ininteligible.
A veces las palabras se
empacan.
No salen por la boca.
Gritan alborotadas
se esconden
en distintos lugares del cuerpo.
¡Zumbrrrrr!
¡Crujjjjjj!
¡Gluich!
Fiuchsssss
Cómo cuesta pescar
a estas cabras locas
rebaños de canguros
picaflores que rugen.
Lleva tiempo
tiempo de callar
hasta que regresan.
No salen por la boca.
Gritan alborotadas
se esconden
en distintos lugares del cuerpo.
¡Zumbrrrrr!
¡Crujjjjjj!
¡Gluich!
Fiuchsssss
Cómo cuesta pescar
a estas cabras locas
rebaños de canguros
picaflores que rugen.
Lleva tiempo
tiempo de callar
hasta que regresan.
Las cabras
los canguros
los pájaros
se posan en los dedos
los canguros
los pájaros
se posan en los dedos
ronronean
se dejan ir cayendo
así
aquí
en esta página.
se dejan ir cayendo
así
aquí
en esta página.
—Laura Devetach, Canción y pico.
Hablamos del juego, hablamos de un
lenguaje que retoma su forma originaria[…] El arte, la poesía […] es la
continuación de la infancia por otros medios. En clara oposición a esto(en las escuelas): prácticas de lectura
con los niños destinadas a la comprensión lectora, o bien a la búsqueda de
mensajes o a usos varios en cuanto a transmisión de contenidos. Si no, a buscar
metáforas y metonimias con el único fin de identificarlas, o marcar cantidad de
sílabas por verso, o tipos de rima. Usos de las poesías para efemérides y
fiestas patrias. Todas estas formas variopintas no hacen sino ignorar la poesía
y están muy lejos de saber lo que es, aunque crean poder definirla.
(La
cursiva es nuestra)
Vaya ponencia,¿no?, que nos cuestiona, nos provoca,
y acaso, nos convoca a la opinión. Los esperamos con sus intervenciones, si así
lo desean.
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