"Enojarse es fácil, pero enojarse en la
magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa
de sabios" Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), filósofo griego. Con esta frase inicia
su artículo Edwin Oswaldo Flores Lazo sobre las emociones, los chicos-nuestros
alumnos- y la importancia de empezar a considerarlas dentro de las instituciones
escolares, a conocerlas para manejarlas y lidiar con ellas como el mismo autor
dice e insiste.
“Aprender a manejar emociones y desarrollo de
habilidades sociales está asociado inevitablemente a la reducción de los
comportamientos antisociales, a la disminución de consumo de sustancias, mejora
la autoimagen del individuo, mejora el rendimiento académico, la salud mental y
por supuesto los comportamientos prosociales.”,
comenta Flores Lazo con lo que nosotras acordamos. Creemos que las emociones
conllevan energía; cuando las emociones son negativas generan energía negativa
que entorpece no solo la vida social y escolar del sujeto-cada uno de nuestros
alumnos-sino las relaciones interpersonales en el quehacer cotidiano dentro de
las aulas con nosotros los docentes y con los demás niños, sus pares. En
función de esto, los procesos de enseñanza y de aprendizaje no logran su
desarrollo de manera óptima.
Les dejamos
el enlace a las palabras del autor citado para que sigamos leyendo sobre el
tema y profundizando sobre él, reflexionando siempre en favor de una educación
mejor para los chicos y, en definitiva, para todos:
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