jueves, 1 de septiembre de 2016

La lectura:Cómo mediar en un laberinto de libros

Leer es un camino que empieza antes aún de saber cómo leer. Leer es primero escuchar leer, ver leer, darse cuenta de lo que para alguien, lector, significa un libro/ texto que atrae su atención, su entusiasmo, su ensimismamiento. Por eso, tal vez, sea pertinente ofrecer oportunidades para leer, escuchar leer, para compartir lecturas y hablar sobre ellas, comentarlas. Oportunidades para tocar, ojear y hojear, olfatear, sentir los libros, jugar con ellos:




Es difícil explicar cómo y por qué una persona se hace lector; no hay instructivos al respecto que sirvan. Cada uno hace un recorrido, diferente, extraño/ extraordinario con el cual une lo que le leyeron, lo que escuchó alguna vez y quiere recordar, lo que alguien le recomendó, lo que le llama la atención por las ilustraciones, por la temática, por el título...por lo que fuere. Por eso, coincidimos con Natalia Blanc cuando escribe  "La construcción de un lector es un camino sinuoso. Más que una línea recta se parece a una rayuela: cada uno va saltando de un libro a otro, de acuerdo con sus posibilidades y las de quienes nos acompañan durante el recorrido." 
Los mediadores deberíamos considerar esa cuestión y creemos con María Luján Picabea en que son/ somos "las personas que dieron con la llave indicada en la cerradura de su memoria lectora" para acercar los libros a los chicos e iniciar una relación que perdurará en el tiempo porque su/nuestro  rol es, en definitiva despertar la curiosidad sobre el libro como objeto y sobre la lectura como hábito.

Les dejamos el enlace a la nota del 5 de junio de La Nación que vale la pena leer,  Mediadores de lectura: cómo guiar a los chicos en un laberinto de libros

Tal vez quieran compartir con nosotras, con todos los lectores sus experiencias lectoras, sus recorridos, por qué y cómo se iniciaron en la lectura,¿les parece?

Otras entradas referidas al tema:
Construcción de lectores



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